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Retiros abiertos

Varias veces en la Palabra de Dios aparece la frase: “Jesús se retiró”, es decir, puso un freno a su arduo andar cotidiano, para ir un lugar a solas, o en compañía de sus íntimos: a compartir con ellos, y estar en oración.

Desde las diferentes perspectivas de los evangelistas, se nos relata que Jesús subió a una montaña, y llamó a los que Él quiso, para que compartieran con Él, a solas, en intimidad. Y así llamo a Pedro, a su hermano Andrés y así a todos, hasta conformar la comunidad de los doce. ¡Imagínate –por ejemplo- la alegría de Pedro! Él que era un pescador, un “tipo del montón”, era llamado por Jesús –porque él quiso-, para ser uno de sus preferidos, para conversar con él a solas, para compartir de corazón a corazón. En medio de toda la multitud que seguía y reclamaba constantemente a Jesús, lo eligió a él; no porque sea bueno, ni el más religioso de su época, ni intelectual: porque Jesús asi lo quiso. Y fue en estos momentos de intimidad, donde le robó el corazón y le transformó su vida: para siempre.

De eso se tratan los retiros abiertos mensuales, que nace con la idea de introducir a las personas en esa experiencia de intimidad con Jesús, propia de los retiros y más específicamente de los ejercicios espirituales ignacianos; se trata de un anticipo –como caramelo de una gran piñata-, de esa vida de relación profunda que Jesús quiere tener con vos –porque Él quiso-, y que puede transformar todo tu caminar cotidiano, colmándolo de sentido, de amor, de paz.

¿Qué hacemos concretamente?

  • Compartimos un momento de charla que nos permite predisponer el corazón para tener un encuentro personal y vivo con Jesús.
  • Además tenemos preparado un tiempo para que puedas –ayudado con diferentes dinámicas- tener tu momento de encuentro personal con el Maestro en la Montaña de tu interior, para escucharlo, contarle tus cosas, dejarte mirar y tocar por Él.
  • Y finalizamos con un momento de oración comunitaria, con cantos de adoración y una oración alegre y profunda que nos ayuda a cargar la nafta para volver a nuestro día a día y a terminar de profundizar en la experiencia vivida a lo largo de toda la jornada.

Es una vez al mes de 16:30 a 20:30 hs.

Además podés confesarte, o compartir tus dudas de fe y tus vivencias del camino con sacerdotes y laicos formados en acompañamiento espiritual que van a estar a tu disposición.

¡No te lo pierdas! ¡Jesús te llama! ¡Jesús te espera!…

¡y nosotros también!